Desayunad bien, espartanos, porque esta noche cenaremos en el infierno»
(Leonidas, decimoséptimo Rey de Esparta. Batalla de las Termópilas)
La película «300»
Está basada en un comic sobre la mítica Batalla de Termópilas, en la que el rey Leónidas, 300 espartanos y unos cuantos esclavos retuvieron hasta la muerte al Emperador Jerjes y su multitudinario ejército persa, del que decían que secaba los ríos cuando bebía. Gracias a estos hombres Grecia se unió contra el enemigo persa, y protegió su civilización.
Largometrajes espectaculares como éste merecen la pena ser vistos en pantalla enorme a pesar de la $GAE, así que os recomiendo que vayais a verla a algún cine (preferiblemente entre semana, que habrá menos gente rompiendote la pelí) en vez de tirar de algún screener cutre del emule.
La falta de una historia muy desarrollada y de bastante grado de exageración se suple con un espectáculo visual digno de ser visto, con un rey que realmente aparenta ser un dios en un trono que haría cutre el de un faraón egipcio, por ejemplo, y una música y fotografía impresionante. No espereis filosofía ni sensibilidad, simplemente idos preparados para pasarlo bien con un espectáculo visual tipo las batallas de «El Señor de Los Anillos: Las Dos Torres» o la tercera parte de Star Wars, pero inspirada en un pueblo que realmente existio. Vereis en ese espectáculo imágenes de lo que más o menos tuvo que parecer aquel despliegue de medios y soldados, cuya sola visión debía hacer temblar al pánico: el enorme ejercito de los conquistados por los Persas; escuchareis una banda sonora buenísima y unas cuantas frases míticas tipo Braveheart, y os impáctara algo de sangre al estilo «Salvad al Soldado Ryan», una fotografía tipo «Sin City» y una estética color «Gladiator» en algunos puntos.
Ya sabemos que Hollywood exagera, que no tiene ni zorra idea de historia y que es imposible que un hombre gane a un Elefante a un pulso, por decir algo, pero dejad a un lado esos asuntos y disfrutad del espectáculo de las guerras antiguas porque lo pasareis mejor. Al menos yo me lo he pasado bien, y hacía tiempo que no disfrutaba demasiado en el cine, así que os la recomiendo: 300.
La verdadera batalla de «300». (Por Anfrix que sabe más)
Tras retirarse de Tesalia en lo que intentó ser un ataque preventivo, varias polis griegas se “aliaron” a Persia. Por esta razón se organizó una junta en Corinto a la que asistieron aproximadamente 30 ciudades para dialogar sobre como detener a los persas. Desafortunadamente las peleas internas dividían la decisión, sin embargo Temistocles logró convencerlos de formar un ejército combinado al mando de los espartanos que detuviese a los persas en la “Puerta de Grecia”, es decir las Termópilas, cuya geografía anulaba la superioridad numérica de Jerjes.
Por motivos religiosos Leonidas no pudo conseguir el ejército cuando lo solicitó, y temiendo que la espera hiciera que los persas crucen el estrecho de las Termópilas se lanzó en una misión suicida empleando a su guardia personal de 300 hombres, 600 esclavos ilotas -2 esclavos por cada espartano- 700 tespios, 400 tebanos y un combinado de hombres de otras polis que en total llegaban a unas 7 mil unidades. Enfrentándose a un ejército de entre 250 mil y 400 mil persas.
Al llegar Jerjes esperó cuatro días a que los griegos depusieran las armas -tiempo que Leonidas aprovechó para fortificar las murallas de la fortaleza-. Al ver que los griegos no se asustaron por sus tropas envió a un emisario que les exija deponer las armas, a lo que Leonidas respondió con la que se convertiría en la frase más famosa de la historia militar: Μολων λαβε -Ven a buscarlas tu mismo-. Acto seguido comenzó la batalla.
La excelente formación espartana y la geografía hicieron que fila tras fila de persas fuera derrotada por los griegos, que apenas sufrieron bajas. Jerjes, enfurecido porque esto suponía un fortísimo golpe a la moral de su ejército, envió a su élite bélica: Los Diez Mil Inmortales, pero el resultado fue prácticamente el mismo. A pesar de que los griegos comenzaban a cansarse tras días de lucha, ninguno cedía ni un solo centímetro.
El principio del fin llegaría a causa de un traidor, Efialtes, que le mostró a Jerjes un paso oculto que éste utilizaría para rodear a los Griegos. Tras enterarse de ésto, Leonidas le ofreció a quien no quisiera morir la posibilidad de retirarse y sólo su guardía de 300 hombres y unos 1000 griegos más, que decidieron morir junto a los espartanos, permanecieron fieles. La batalla fue cruenta y en ella morirían heroicamente casi todos los griegos, de los solo dos lograrían sobrevivir.
La importancia de Termópilas fue fundamental, ya que además de ganar un tiempo vital sirvió de inspiración para los griegos, que emocionados por la actitud heroica de Leonidas finalmente lograron derrotar a los Persas, siendo la batalla de Salamina el punto final a las intenciones persas sobre Grecia.
FUENTE: Anfrix
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