Por fin alguien, Martin Varsavsky, lo dice aunque sea de manera delicada: la educación en España apesta porque fabrica becerros y subordinados en lugar de profesionales creativos e innovadores. Según Varsavsky a los ingleses por ejemplo les enseñan a razonar, entender y organizar, a los españoles les enseñan a memorizar, repetir y obedecer.
A nadie se le escapa que en España no es necesario ser inteligente para sacar buenas notas, y no digo que sea más facil aprobar que en otros países porque de hecho lo es menos, simplemente se premian cosas a menudo opuestas a la inteligencia y es por ello que casi siempre los mejores profesionales no fueron en absoluto los mejores estudiantes.
Países donde se permite acudir con libros a exámenes de comprensión nos parecen de locos, vemos más «normal» el tener que haberse aprendido como un loro la lección; o criticamos a países con alto grado de especialización y educación practica orientada a lo que el mercado profesional realmente demanda porque vemos más adecuado aprender complicada ingeniería de lo inútil. ¿Alguien se ha sentido preparado para su primer trabajo después de terminar una carrera? Posiblemente la universidad falla en lo básico, y es que como en muchas cosas nos alimentamos de ego y no de hechos, por no hablar de la cantidad de vocaciones que se mueren por el camino gracias a la selectividad y a los límites de plazas ocupadas muchas veces por rebotados que no optaban a ellas.
El estilo academico español en españa se parece en mi opinión al laboral: dedicamos a ello muchas más horas que otros países, pero es tiempo mucho menos productivo y con peores resultados que en esos otros lugares.