GUÍA DE COMPRAS PARA LOS QUE DETESTAMOS IR DE COMPRAS:
Tras pasar unas doce veces por el mismo sitio dentro de un parking atestado de coches, conseguimos empezar ayer las compras un amiguete y yo por esas secciones del Corte Ingles que casi nunca frecuentabamos a no ser que andemos despistados: joyería, cosmetica, bolsos, moda mujer y ese resto de lugares de los que algunos sólo nos percatamos en cumpleaños, Navidades y cosas así. El caso es que pese a que soy un consumista casi compulsivo de ciertas cosas como chorradas, figuritas, revistas, informática, software, servicios en Internet y libros-pelis-música (antes de que decidiera ejercer el sacrificio de no alimentar más que lo inevitable a la $$GAE), me sorprendí a mí mismo paseando entre estantes repletos de dorado, bolas de colores y precios repentinamente subidos de tono… Y ODIANDO a muerte la compra OBLIGADA de las Navidades.
Por narices, aunque con previo aviso, me veo obligado a comprar con prisas lo que me pongan, bonito (o no), forzado a moverme entre cosas que odio, y encima a esperar mucho más que cualquier otro día cuando al fin voy a pagar por alguna cosa que no necesito, acompañado invadido además por una especie de música chicharrera que ni siquiera debería llamarse «villancicos»… La música en los centros comerciales casi siempre la percibo como un ruido, contaminación acústica, pero en Navidades es aún peor.
De repente hasta una sierra de calar es «el regalo ideal», lo repiten cada dos minutos por los altavoces, aunque eso sí: si algo tenías decidido… ¡Lo siento amiguete porque ya estará agotado y tendrás que decantarte por alguna otra cosa! Manda huevos, pero sonríamos… Es Navidad.
¿Cómo comprar?
1. Si es posible gasta mucho dinero, compra lo más caro, en el precio más que en la intención está el acierto: Si vas a comprar un mp3 compra el más caro, si vas a regalar unos zapatos o un bolso, ve directo a una sección «de firma», si compras un colgante o una pulsera elige oro blanco en vez de plata… La intención y el detalle está muy bien, pero mis mayores triunfos han sido siempre los regalos más caros, para qué engañarnos… El dinero extra que supone comprar algo más caro se compensa con el tiempo no perdido en los peores sitios del mundo en navidad: los centros comerciales.
2. NO seas original: los trasteros están llenos de «regalos originales». Una corbata, un perfume o algo decorativo es algo «muy típico», pero es fácil acertar, casi siempre se agradecen y lo más importante: se compran en un plisplas y los envuelven de forma cada vez más rara, lo que compensa la supuesta falta de imaginación. Acompañarlo de algún detalle barato según la opción 3 (random) también puede hacernos ganar puntos. Compra 5 corbatas, 5 perfumes en pack y 10 tarjetas con unos pequeños abrebotellas en pinza de plata, una linterna para el coche, etc (cualquier chorrada no demasiado vista, pero tampoco demasiado cara)
3. Cae en el azar, lo «random»: apareces en un centro comercial, planta baja «todo y nada», dejas pasar 3 pasillos desde las escaleras a mano derecha, giras otros 4 y te fijas en lo que haya: ¿guantes?¿joyeros?¿billetera?¿pañuelos? Lo que sea, pero lo compras eligiendo lo que más te guste de esa sección (puedes aplicar el punto 1). Esta táctica a veces da resultados sorprendentes (aunque en caso de caer en la sección de comida de animales, fontaneria y limpieza es recomendable repetirla)
4. Delegar: si es posible da algo de dinero a alguien y que se encargue de las compras por tí. Suele ser la opción más cómoda, aunque hay que evitar caras de sorpresa cuando el regalado abra el paquete.
5. Opción del incrédulo (jeta): ¡Qué cabrones los Reyes Magos! ¡Este año por mi casa no han pasado! Y eso que les pedí un montón de cosas para tí en mi carta…. ¡Esto han sido los de correos! Puedes optar además por dar la vuelta a la tortilla mascullando frases como «me han quitado la ilusión» o «cada día hay más materialismo»
6. Táctica «Solidaridad» Dí que has donado, en nombre de la persona a la que deberías hacer un regalo, una x cantidad de dinero a una ONG porque «esos pobres niños lo necesitan más que tú». Si aparece por ahí eso de la conciencia piensa en que los productos que se venden en los países occidentales son «el resultado de la esclavitud y explotación de miles de personas de otros países más desfavorecidos», y tú no has colaborado con ello.
7. Táctica «Billy el rápido» Compra unos zapatos de talla equivocada, pide un ticket regalo y el regalado quedará tan contento porque cuando lo cambie llegaremos a la opción 7, que nunca falla excepto que seais coleguillas de Billy Puertas o Esteban Curros.
8. Regala dinero, que siempre viene bien, y pon como excusa que fuiste a comprar «ese genial colgante de moda» pero que «vaya fastidio»: («Estaba agotado, así que entre comprar algo por comprar y darte el dinero he preferido lo segundo.») El problema de este regalo es que hacerselo a 4 personas al mismo tiempo podemos quedar mal; pero con el dinero casi siempre se acierta.
Es todo. ¡Felices Reyes Magos y que os traigan muchas cosas! (en los países donde existan)