La muñeca hinchable fue un invento proyecto personal de Hitler, que se la encargó para evitar que sus tropas se contaminaran relacionandose con otras razas, hace 65 años, al médico danes Olen Hannusen con indicaciones muy precisas: tenía que ser atlética, de piel blanca y ojos azules, 1,76 metros de estatura y grandes pechos.
Las primeras disponibles para la venta se ofrecían en USA, en 1950. Actualmente venden hasta cabras hinchables y los precios van desde los 30 € que cuesta una especie de flotador con forma de mujer hasta los más de 20.000 € que vale una realdoll.