Animales despellejados y descuartizados vivos en China entran en el mercado español, porque España no ha prohibido su importación. No son unos cuantos, son 2.000.000 al año
En los criaderos de la provincia de Hebei (norte), los zorros, los perros salvajes o las martas son golpeados en la cabeza con garrotes o arrojados al suelo para que pierdan el conocimiento sin dañar las pieles, explicó la PSA en un comunicado. Pero muchos animales son aturdidos y recobran el conocimiento durante o después de su despellejamiento y descuartizamiento. Luchan contra la muerte durante cinco a diez minutos. «Es un horror inconcebible que supera todo lo que se sabía hasta ahora de los métodos de muerte practicados en occidente», según la asociación, que desea que cada persona con una prenda de pieles «sepa cómo han vivido estos animales y el final que han tenido».
La PSA ha logrado filmar seis horas de vídeos y más de 550 fotos que apuntalan su denuncia, grabados y tomadas por voluntarios que lograron entrar en los criaderos con cámaras escondidas. Puedes ver las fotos más suaves AQUÍ
Una gran parte de las pieles baratas que se venden en la actualidad en Europa en forma de gorros o de cuellos por ejemplo provienen de China, subrayó la asociación. Los criaderos chinos albergan cada año más de 1,5 millones de zorros y parecido número de martas, junto con animales como los visones, conejos, perros y gatos. La PSA pidió a finales del 2004 al gobierno suizo que prohiba la importación de pieles de perro y de gatos procedentes de China, aunque hasta ahora sin ningún éxito a pesar de estar avalada por 80.000 firmas.
Unos investigadores secretos lograron entrar recientemente en las granjas chinas de producción de pieles, donde descubrieron que muchos animales estaban vivos y luchaban desesperadamente mientras los trabajadores los ponían patas arriba o colgaban de sus extremidades o colas para desollarlos.
Cuando los empleados de estas granjas comienzan a cortar la piel de una de las patas, los animales patean con la otra extremidad y se retuercen del dolor. Para facilitar un mejor corte de la piel, los trabajadores también pisotean la cabeza o el cuello de aquellos que luchan vigorosamente.
Cuando finalmente les desprenden la piel, los ensangrentados y desollados cuerpos son apilonados junto a los otros que ya han pasado por el mismo proceso. En este momento, algunos todavía permanecen con vida, respiran de manera entrecortada y parpadean lentamente.
El corazón de varios de estos animales todavía late a razón de unas 5 a 10 veces por minuto, incluso después de haber sido desollados. Un investigador filmó un zorro desollado que, en medio del montón de cuerpos de animales muertos, todavía conservaba fuerza suficiente como para levantar su cabeza ensangrentada y mirar a la cámara.
Antes de ser desollados vivos, los animales son arrastrados de sus jaulas y tirados contra el suelo; los trabajadores los aporrean con barras de hierro o los lanzan contra superficies duras, lo cual les quiebra los huesos y provoca convulsiones pero no siempre causa la muerte inmediata. Los otros animales indefensos sólo pueden observar todo esto mientras su turno se va acercando.
Los investigadores secretos de la organización Care for the Wild International visitaron recientemente varias granjas de producción de pieles en la provincia china de Hebei. Tras su llegada al lugar, se dieron cuenta rápidamente por qué está prohibida la visita de personas que no están vinculadas con el centro. No existe regulación alguna que rija estas granjas en China – los agricultores pueden criar y sacrificar a los animales de la manera que deseen – lo que significa una muerte miserable y horrorosa.
Los investigadores descubrieron horrores inimaginables y llegaron a la conclusión de que “las condiciones en las granjas de producción de piel de China son una violación flagrante de las normas más elementales de bienestar animal… Durante sus vidas así como durante el indescriptible sacrificio, a estos animales se les ha privado del más simple acto de bondad”.
En estas granjas, los zorros, visones, conejos y otros animales caminan y tiritan en jaulas de hierro a la intemperie, donde se exponen a fuertes aguaceros, frías noches y, en otros momentos, al ardiente sol. Las madres, enloquecidas por el gran maltrato y en intenso encierro que no les brinda donde esconderse para el parto, a menudo matan a sus crías después de parirlas. Las enfermedades y las lesiones son la norma y los animales se comen sus propias extremidades y se lanzan repetidamente contra las barras de las jaulas, víctimas de la psicosis inducida por la ansiedad.
La globalización en el uso de las pieles ha imposibilitado el conocimiento sobre la procedencia de estos productos. Las pieles se comercian en las subastas internacionales y se compran y distribuyen a todos los fabricantes del mundo. Por regla general, los productos acabados son exportados.
China suministra más del 50% de las prendas de piel acabadas que se importan para la venta en Estados Unidos. Incluso si la etiqueta de una prenda de piel dice que fue fabricada en un país europeo, los animales que se destinaron para ese producto se criaron y sacrificaron en cualquier otro lugar – posiblemente en una granja de producción de pieles de China, donde no existe regulación alguna para este menester.
Una gran parte de las pieles baratas que se venden en la actualidad en la Unión Europea en las formas descritas arriba, pero especialmente en la forma de «gorros» y «cuellos», provienen de China, que suministra más del 50% de las prendas de piel acabadas que se importan para la venta.
Dado que el origen de una pieza de piel no se puede rastrear, todos aquellos que usen cualquier tipo de prenda de piel son responsables de la existencia de estas horrorosas condiciones de las granjas chinas de producción de piel. La única forma de evitar esta inimaginable crueldad es el cese del uso de cualquier tipo de piel.
EE.UU y Australia han prohibido de manera unilateral el comercio de pieles de perros y gatos.
En la UE, sólo cinco Estados -Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia e Italia- han prohibido las importaciones. España, aún no. Y la falta de una prohibición de la totalidad de los 25 Estados Miembros significa que el comercio sigue adelante, por la ausencia de controles aduaneros dentro de la UE, lo que hace que este tipo de exportaciones acaben llegado a todos los Estados miembros.
Recientemente, Heather Mills, presentó una petición al Parlamento Europeo para pedir la prohibición de la venta de pieles procedentes de China, lo hizo con lágrimas en los ojos mientras sujetaba un abrigo hecho con la piel de 42 cachorros de perro alsaciano.
En China, Tailandia y Filipinas son sacrificados más de 2 millones de animales al año para abastecer el mercado europeo, incluídos perros y gatos.