Cuando el bosque ardió en llamas, casi los animales comenzaron a correr para salvar su vida.
Un pequeño pájaro, sin embargo, recogía una y otra vez agua del río para verterla sobre el fuego.
“¿Es que acaso crees que con ese pico pequeño vas a apagar
el incendio?” – le preguntó el León.
“Yo sé que no puedo sólo -respondió el pajarillo. Pero estoy haciendo mi parte“.
Betinho
